Ella, todos los días salía
descalza a visitar la playa, esperaba paciente ver el sol esconderse entre las
montañas, pero un día, un día de esos que nadie olvida, vio como se esfumaba
entre la arena y los ruidos extraños del Cauca, detrás de ella, desaparecieron
la playa y las montañas, apenas pudo asomar sus piecitos espumosos entre las
rocas, sabía entonces, que se convertiría en olita y dejaría de ser río para
siempre.
Itzamar
Un cuento lírico y melancólico que transforma la despedida en una metamorfosis poética, donde el río se convierte en mar para no olvidar su origen.
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