miércoles, 2 de julio de 2025

Melancolía de perros nocturnos de Javier David Giraldo Arias

Así como en el cielo, el reflejo en el estanque, la luna en las alturas atestigua este efímero instante. No reclamo, aunque quisiera, mi orgullo no me deja. Es parte del juego: el silencio y la espera. El movimiento está en tus manos, juega, ¿qué esperas?

Luz nocturna, miro al cielo y me consuela su reflejo en el estanque. ¡Qué consuelo ni qué ocho cuartos! estoy lejos y ella distante. Veo el astro en el agua, luces flotan como luciérnagas, reflejadas desde un morro cercano. 

Por caminos destapados, subir es brega; bajar, el anhelo de quien llega. Al pie de la falda, el descanso, la fatiga del descenso se supera. ¡Más de una hora en bus para bajar al centro cansa!

Arriba, cerca de los cafetales, el despeñadero. A un lado, mi terrero: los platanales, la huerta y el gallinero. La casa de mis viejos, pensando en ti y en mí, un día, hace muchos años, construyeron. Muchas bombillas titilan a lo lejos, cuántas casas, Dios mío, construidas sobre el despeñadero.

Con mi melancolía nocturna, como los perros callejeros, aulló a la luna desesperado. Todos estos días, por ti he esperado. Mujer taciturna, te emperras cuando quieres, tu juego es el mismo: dejarme errante, como los perros callejeros aullando a la luna, enamorados.

No reclamo, aunque quisiera, mi orgullo es un muro de piedra. Es parte del juego: la incertidumbre de la espera. El movimiento está en tus manos, juega.

Preferiste tu centro soñado, antes que quedarte a mi lado en esta ladera. Elegiste marcharte, con la prisa de quien ya ha decidido. Tomaste el bus y te despediste, con esa musicalidad tuya que tanto me gusta: ¡Adioooos, mira a ver cómo terminas tu juego solo!, dijiste.

Luz nocturna, su reflejo en el estanque me consuela en este efímero instante. Presiento signos de derrota en el cielo, tal vez no vuelvas a este morro distante. La partida de este juego inconcluso continúa en otra parte, pero mi ficha ya no juega en tu tablero.

1 comentario:

  1. Como una canción de cuna, la musicalidad y la rima arrullan el oido, simplemente hermoso.

    ResponderEliminar