Hace mucho tiempo tuve la oportunidad de compartir momentos con esta increíble pizarra. Ella me vio crecer y me motivo a seguir adelante, pero por motivos oscuros tuve que abandonarla. Tuve que dejar en el pasado a esa amiga que era mi lugar seguro en el mundo.
Los años pasaron y yo pensé que
ya había superado este tema. Sin embargo, empecé a tener visiones de lo que
habría podido ser, de cómo mi vida seria hoy en día, y eso me destruía cada
día. Poco a poco me convertía en un monstruo oscuro, cuyo único motivo de vida
que tenía era pensar en lo que pudo haber sido, en cuantas cosas podría haber
realizado en esa increíble pizarra.
No podía salir de mi ciclo. Ella
quería que volviera a su lado, pero en mi fase de monstruo solo podía pensar
que ya era tarde, que no iba a ser nadie, aunque regresara, que mis
oportunidades ya se habían perdido. Y esos pensamientos empeoraban mi situación
cada vez más.
Todo cambio cuando conocí otro
monstruo. Se puede decir que estaba en mí misma situación, pero a él no le
preocupaba el tiempo; a él le preocupaba como seria su primer día de regreso en
esta hermosa pizarra, qué iban a pensar los demás al ver a alguien que no había
logrado nada.
Me sentí tan cómoda con su
situación que quise aconsejarlo. Le dije:
- Es cierto que aún no has
logrado nada, pero eso no quiere decir que en el futuro sigas igual. Todos
empezamos de cero y avanzamos. Hay que concentrarse en uno y no pensar en los
otros, porque si te distraes observando sus pasos, olvidaras como dar los tuyos.
Al escucharme decir esto, el
monstruo se rió y me preguntó por qué estaba yo en esta situación. Me dijo que
debía pensar en mis propias palabras y adicional añadió:
-No hay un tiempo mínimo o máximo
para hacer lo que amas. Entre más esperes, más tiempo perderás para cumplir tus
sueños.
Luego de esa conversación, mi
transformación comenzó. Dejaba de ser un monstruo oscuro. Algunos días costaba,
pero al final lo logré. Volví a ser yo misma y, sin más preámbulo volví a la
pizarra. Allí me encontré con esa persona que había sido un monstruo, con la
que hoy en día comparto esta gran pizarra. Una pizarra blanca que espera ser
llenada por nosotros, por nuestros sueños y esperanzas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario